En su 20° aniversario, la CPI enfrenta el reto de juzgar los crímenes de la guerra en Ucrania

La Corte Penal Internacional (CPI) cumple 20 años marcada por la ausencia de resultados y la necesidad de repensar su funcionamiento. El organismo internacional ha instruido varios casos, pero sólo obtuvo la condena de cinco rebeldes africanos, ningún representante de un Estado. La guerra de Ucrania y sus crímenes abren una ventana para que la Corte demuestre que es capaz de ofrecer una justicia mundial expedita. Es necesaria más independencia de los jueces para alcanzar e

01 julio 2022 |

La creación de la Corte Penal Internacional (CPI), el 1 de julio de 2002, fue saludada como un avance en la búsqueda de una justicia universal. Varios años de debates entre expertos de todo el mundo, teniendo como escenario de fondo las innumerables violaciones de los derechos humanos durante la guerra en la ex Yugoslavia (1991-2001), así como el genocidio de Ruanda en 1994 y su alrededor de un millón de muertos, llevaron a los Estados a firmar el Estatuto de Roma en 1998. La jurisdicción universal vio la luz del día cuatro años después.

Esperanzas fragilizadas

A dos décadas de distancia, las esperanzas puestas en la CPI se han fragilizado, cuando no han desaparecido. Pese a una multitud de casos que merecieron su atención, los únicos acusados condenados por la CPI fueron cinco rebeldes africanos. Y sin embargo nadie puede negar el importante paso que significa la existencia de ese organismo que funciona en La Haya.

"La decisión de la comunidad internacional de crear la CPI es una expresión concreta de su compromiso con la justicia y contra la impunidad. Es una pieza clave de la arquitectura de la justicia en el mundo", afirma Reed Brody, miembro de la Comisión Internacional de Juristas, quien fue abogado de las víctimas del dictador chadiano Hissène Habré.

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