Guna Yala

Pueblos indígenas dicen que no se les ha reconocido sus derechos

“Un pueblo sin tierra, es un pueblo condenado a desaparecer”, destacó la coordinadora indígena en Panamá.

09 agosto 2022 |

Acotaron que los pueblos indígenas, en toda Latinoamérica, han sido objeto de violación de derechos humanos, década tras década.

La Coordinadora Nacional de los Pueblos Indígenas de Panamá (COONAPIP), en el marco de la celebración de una fecha tan importante como es el 9 de agosto, Día Internacional de los Pueblos Indígenas, expresa su pesar y llama a la reflexión sobre la realidad del reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas en Panamá, cuyos mandatos están contenidos en los estándares internacionales, especialmente por que Panamá se ha rehusado a ratificar el convenio 169 de la OIT.

Cuando la Organización de las Naciones Unidas, en 1994, estableció el 9 de agosto como el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, se basó en la necesidad de atender los principales temas de derechos humanos de los pueblos indígenas y comunidades locales, que históricamente estaban en el olvido de los gobiernos y de las organizaciones nacionales e internacionales.

Sigue vigente el reclamo permanente de los pueblos indígenas al derecho a su seguridad territorial, al respeto y reconocimiento de su diversidad cultural, el respeto y la valoración de su identidad, a la conservación y aprovechamiento racional de sus recursos naturales, a la promoción y rescate de su idioma, su historia, sus tradiciones, su formas tradicionales de vida y la cobertura de sus necesidades básicas como ciudadano en pleno goce de sus derechos.

Los pueblos indígenas, en toda Latinoamérica han sido objeto de violación de derechos humanos, década tras década y cuando han luchado para el reconocimiento y ejercicio de sus derechos, los defensores de sus derechos han sido perseguidos, discriminados y los líderes hasta asesinados por funcionarios corruptos y figuras de gobierno con intereses extractivistas; por individuos que responden a intereses económicos y particulares de empresarios inescrupulosos, sencillamente cuando consideran que los indígenas no merecen respuestas dignas a sus demandas históricas.

La realidad de Panamá no es distinta a la situación latinoamericana y global, los pueblos indígenas siguen en la más extrema vulnerabilidad, sin acceso pleno a los servicios básicos de educación, salud, infraestructura y facilidades que permitan su desarrollo y fortalecimiento de su modo de vida tradicional dentro de su cosmovisión, siendo una población que ha sido sometida a un modelo externo de desarrollo que mantiene sumida a jóvenes, niños y adultos en la pobreza y la miseria, producto de un sistema clientelista y paternalista.

La COONAPIP expresa su respeto y consideraciones a todos los 7 pueblos y las 12 estructuras de congreso y consejos de los territorios indígenas del país, por la constancia y su aguerrida lucha por sus derechos, hoy con la unidad monolítica de los 12 congresos y consejos, insta a sus autoridades máximas a mantenerse en estado de alerta y permanezcan firmes en la defensa de sus derechos.

Reconocemos la valentía de nuestras autoridades tradicionales que siguen luchando por la seguridad territorial, buscando garantizar la seguridad de sus comarcas, de sus tierras colectivas, y procurando garantizar la seguridad de los territorios de aquellos pueblos que día a día ven con preocupación cómo son objeto de invasiones ilegales, pérdida de sus recursos naturales y afectación irreversible a sus tradiciones e historia.

Como organización indígena panameña, COONAPIP se mantiene en estado de alerta, siempre respaldando a todas nuestras autoridades tradicionales en su justo reclamo ante el gobierno y organismos internacionales, buscando siempre preservar sus derechos humanos y el reconocimiento legítimo de sus tradiciones y cultura, como legado ancestral que han permitido su resistencia por más de cinco siglos.

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GUNA-YALA


Guna Yala es una comarca indígena en Panamá, habitada por la etnia Guna. Antiguamente la comarca se llamaba San Blas hasta 1998 y Kuna Yala hasta 2010. Su capital es Gairgirgordub. Limita al norte con el mar Caribe, al sur con la provincia de Darién y la comarca Emberá Wounnan, al este con Colombia y al oeste con la provincia de Colón.

El área fue formalmente conocida como San Blas, junto con el nombre autóctono de Kuna Yala, pero se cambió en octubre de 2011 cuando el Gobierno de Panamá reconoció la afirmación del pueblo Guna que en su lengua materna no existía el fonema para la letra "K", y que el nombre oficial debería ser "Guna Yala". Guna Yala en lengua guna significa "Tierra Guna" o "Montaña Guna".

Mediante ley del 4 de junio de 1870, de Colombia, fue creada la Comarca Tulenega,​ que incluía además del actual territorio de la Comarca Guna Yala, el de varias de las comunidades de la comarca de Wargandí, como Mortí, Asnadi y Sogubdi, así como también el de comunidades de la comarca de Madugandí, como Tiuarsicuá, y las comunidades Guna de Colombia, como Tanela y Arquía. La extensión territorial de la Comarca Tulenega abarcaba desde la provincia de Colón llegando hasta el golfo de Urabá, Colombia. La jefatura de gobierno de la comarca era ejercida por un comisario general, nombrado por el gobierno central. La ley reconocía además a los Guna, la propiedad de la tierra en la Comarca.

Tras la separación de Panamá en 1903, fue completamente desconocida la Ley de 1870, y además, el territorio de la anterior comarca, quedó dividido de hecho, en dos partes: la parte mayoritaria quedó en la nueva nación panameña, mientras que una pequeña porción quedó en Colombia.

La suspensión de la comarca, las concesiones bananeras, la incursiones de personas ajenas al pueblo Guna en busca de oro, caucho, tortugas marinas y los abusos de la policía colonial causaron gran descontento entre los nativos y provocaron, el 21 de febrero de 1925, la Revolución Guna, dirigida por el Cacique Olokintipipilele (Simral Colman) de la Comunidad de Ailigandi donde se gesto toda la revolución Kuna de 1925 , adicional apoyado por el Saila Nele Kantule de la localidad de Ustupu quien fue su Secretario y Vocero así mismo el Saila Olonibiquinya de Carti.

El tratado de paz posterior, estableció el compromiso del gobierno de Panamá de proteger los usos y costumbres Gunas. Los Gunas a su vez, aceptaban el desarrollo del sistema escolar oficial en las islas. La brigada policial sería expulsada del territorio indígena y todos los prisioneros liberados. Las negociaciones que pusieron fin al conflicto armado, constituyeron un primer paso para establecer el estatus de autonomía de los Guna y recuperar la cultura que se estaba perdiendo.

Actualmente, de acuerdo con el fallo de la Corte Suprema de Justicia, del 23 de marzo de 2001, las Comarcas tienen una organización político-administrativa distinta e independiente a la de los Distritos y Corregimientos. Las Comarcas se rigen de acuerdo a las instituciones especiales propias; y según resolución de Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia, del 6 de diciembre de 2000, una de las instituciones es el consentimiento de los pueblos indígenas en los proyectos que pretendan desarrollarse en sus territorios.

La estructura gubernamental de Guna Yala es definida en la Ley Orgánica 16 de 1953. El Congreso General Guna es la máxima autoridad política de Guna Yala, consiste en representantes de todas las comunidades de Guna Yala y se reúnen dos veces al año. Los votos son tomados por cada sagla de la comunidad.

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