Proyecto de reforma fiscal en Estados Unidos avanza

El presidente estadounidense, Donald Trump, podría colocarse hoy más cerca de su prometida reforma fiscal cuando la Cámara de Representantes vote un proyecto de ley en la materia, centrado en grandes reducciones de impuestos.

16 noviembre 2017 |

Medios locales indicaron que el titular de esa instancia, el republicano Paul Ryan, y sus principales lugartenientes, han abordado algunas divergencias entre bastidores durante los últimos días, pero el liderazgo del partido cree que ya tienen suficientes votos para aprobar la propuesta.

En la tarde de ayer los congresistas de la formación azul, que deberán avalar la iniciativa sin el apoyo de ningún demócrata, realizaron una votación de procedimiento clave para el sufragio de este jueves.

Se espera que el proceso ocurra poco después de que Trump se reúna con la Conferencia Republicana de la Cámara baja en una reunión a puerta cerrada prevista para las 11:30 hora local en el Capitolio.

La versión de reforma fiscal que se someterá a consideración de los legisladores tiene semejanzas y diferencias con el proyecto del Senado, y es promovida como una forma de impulsar la inversión, crear empleos, aumentar la competitividad y favorecer a las familias de clase media.

Sin embargo, diversos medios y expertos opinan que la propuesta podría no funcionar como prometen los republicanos, sobre todo ante el esperado aumento de 1,5 billones (millones de millones) de dólares en el déficit durante la próxima década.

'La idea de recortar impuestos siempre ha sido popular, pero si el sistema no aporta suficientes ingresos para pagar necesidades (sueldos de los soldados, construcción de carreteras y socorro en casos de desastre, entre otras), los cambios podrían socavar el crecimiento económico y el nivel de vida', indicó The New York Times.

Al mismo tiempo, el Comité Conjunto de Impuestos del Congreso estimó que si bien muchos hogares pagarán menos gravámenes, se estima que algunos desembolsarán más, incluyendo alrededor de 13 millones de familias de clase media.

Más allá del tema de los tributos individuales, el cambio más significativo de la legislación sería disminuir la tasa fiscal corporativa del 35 por ciento actual a un 20 por ciento, pero algunos críticos señalan que ello beneficiará a las grandes compañías y no a las pequeñas empresas.

Además, varios análisis independientes coinciden en que la mayoría abrumadora de los beneficios financieros se destinaría a los estadounidenses más ricos.

La aprobación en la Cámara de Representantes es casi segura, y el mayor riesgo de fracaso estaría en el Senado, donde los republicanos solo pueden perder un máximo de dos votos para avalar el diseño.

Si ambas instancias logran pasar sus respectivos esbozos, habría negociaciones a puerta cerrada en las que un pequeño grupo de representantes y senadores trataría de resolver las diferencias entre las versiones para llegar a un proyecto final.

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